martes, 24 de noviembre de 2009

Fenomenalismo...

Fenómeno, de acuerdo a la RAE: Toda manifestación que se hace presente a la consciencia de un sujeto y aparece como objeto de su percepción.

En la Pedagogía Sistémica resulta de suma importancia y trascendencia poder mirar el fenómeno, cuando digo poder mirar significa contemplarlo de manera íntegra, percibiéndola en toda su dimensión; no lo que quiero ver, sino lo que es, no en términos realistas, sino fenomenológicos.

Amparo Pastor dice:

“El enfoque fenomenológico conlleva exponerse al fenómeno, enfrentarse a la realidad y experimentar el proceso de auto-conocimiento. Describe las vivencias y aclara el sentido que nos envuelve en nuestra vida cotidiana, nuestro significado como seres humanos, en definitiva la experiencia que somos.

La Fenomenología entiende la educación como una dimensión de la vida cuya duración es prolongada y sus efectos duraderos. Podemos hacer de ella una praxis cuya meta sea la transformación de la existencia y no sólo el cambio educativo. En esta época donde los niños están desbordados de información que incita al consumo indiscriminado y al culto de lo novedoso, se hace cada vez más necesaria una enseñanza que integre de forma crítica dicha información, que aliente a pensar por uno mismo y que restaure los valores.La Fenomenología nos enseña que la conciencia es intencionalidad hacia el mundo y que éste es constituido por aquella en la medida en que le da sentido.

La Fenomenología contribuye decisivamente al desarrollo del pensamiento y del ser y es adecuada para mejorar el juicio, el vínculo entre el pensamiento y la acción ( López Sáenz).

Así pues, en la entrega del día de hoy quiero compartir el texto completo de Nuria Oltra Roldán acerca de del fenomenalismo, espero que sea de utilidad para la mejor comprensión del concepto y esto nos lleve a la mejor aplicación de la P.S. dentro de nuestras aulas...

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Realismo versus Fenomenalismo

Nuria Oltra Roldán1

Desde el principio de la Humanidad hasta el día de hoy, el hombre ha tratado de satisfacer su curiosidad buscando respuesta al origen de las cosas, del mundo, e incluso, cuestionando su propia existencia. La admiración natural nos acompaña a cada paso que damos. Al principio era el pensamiento mítico el que con la imaginación, la personificación y la atribución de grandes poderes a los dioses, daba respuesta al repertorio de interrogantes que acechaban al hombre primitivo. Con la llegada de nuevos problemas políticos, sociales y económicos, y el progresivo desarrollo de nuestros conocimientos, se hizo evidente la insuficiencia explicativa del mito, surgiendo así el conocimiento racional y la explicación científica.

Tarea de los filósofos es dar respuesta racional y lógica a todas las cuestiones que se le han ido planteando al hombre a lo largo de su historia. Entre todas las preguntas que han despertado su interés hay una en particular que ha dado mucho que hablar: “¿Qué se nos da directamente a través de la percepción?” Esto es, cuando miramos un objeto, ¿de qué nos damos cuenta primero?, ¿cuál es el objeto de la percepción? En primer lugar, ¿tenemos claro qué es percibir? La percepción es un proceso mediante el cual organizamos, interpretamos y estructuramos los estímulos captados por nuestros sentidos, dotándolos de significado; es, pues, una aprehensión de la realidad a través de los sentidos. La percepción se haya condicionada sobre todo por factores subjetivos tales como nuestras experiencias pasadas, nuestra educación y cultura, y por los esquemas cognitivos que ya se hayan formado en nuestro cerebro.

Cognición hace referencia a conocimiento, por lo tanto, un esquema cognitivo es “un modelo supuestamente existente en el cerebro, y cuya génesis ha sido debida a aprendizajes anteriores. Mediante él es posible adquirir nuevos conocimientos y ordenar las percepciones que proceden del mundo exterior.”2

El tema de la percepción es más complejo de lo que parece, pudiéndose distinguir, al menos, tres grandes cuestiones.

La primera es de carácter fisiológico: nuestro sistema perceptivo abarca una gran gama de estímulos; sin embargo, el ser humano no percibe todo lo que hay. ¿Cómo es posible esta contradicción? Como sabemos, los seres humanos sólo podemos captar el espectro electromagnético que va del rojo al violeta, esto es, nuestra retina sólo puede ser estimulada por ondas electromagnéticas de una longitud entre 380nm y 700nm, incapacitándonos para percibir estímulos con una longitud por debajo de 380 o superiores a 700nm, que serían los infrarrojos y los ultravioletas. Nuestro sistema auditivo sólo recoge vibraciones mecánicas del aire o de otros cuerpos comprendidas entre 16 y 20000 Hz. Nuestras células gustativas sólo son capaces de distinguir los cuatro sabores básicos (ácido, amargo, dulce y salado). En cuanto al olfato, ni siquiera existe en la actualidad una clasificación universalmente aceptada que vaya más allá de la distinción entre: fragantes, pútridos, etéreos, quemados, resinosos y aromáticos. Pero sabemos que algunos animales poseen los órganos de los sentidos más evolucionados o mejor dotados (como queramos llamarlo) que los nuestros, preparados para ver, oler, u oír cosas que nosotros naturalmente no podemos. La mayoría de los insectos “poseen ojos compuestos, esto quiere decir que cada ojo está formado por centenares de facetas, que suelen estar dispuestas en hexágonos,”3 las cuales les permiten percibir con toda precisión hasta el más mínimo movimiento (lo que hace que sean tan difíciles de capturar), además de proporcionarles una visión ultravioleta. Otro ejemplo conocido por todos es el de los murciélagos, que “ven” en la oscuridad por medio de ondas sonoras que nosotros no podemos captar. “Lanzan chillidos muy agudos. Las ondas sonoras chocan contra cualquier objeto que esté en su camino y vuelven al murciélago en forma de eco. En el cerebro del murciélago se forma una “imagen sonora” que permite al animal dirigirse directamente a la presa.”4 Sin embargo, los humanos somos superiores porque percibir no es sólo la captación de estímulos, sino el modo de interpretarlos, y es aquí donde radica la gran diferencia entre le percepción animal y la nuestra. Sin darnos cuenta hemos introducido el segundo punto importante de la percepción, el aspecto psicológico: ¿percibimos todos de igual modo? Está claro que no. Los principales componentes de la percepción son la recepción sensorial, la simbolización conceptual y las “determinaciones emocionales”.

Un mismo estímulo puede transmitirnos diversas sensaciones. Un perro puede producirnos sensación de alegría; en cambio, a otros les provocará miedo. Lo que a unos les parece gracioso a otros les parece ofensivo, lo que para unos es verde para otros es azul. ¿Cuál es el color real? ¿Quién tiene razón? Nunca lo sabremos, por tanto, podemos decir que la interpretación de los estímulos que captamos es “personal”, y en ella, como ya dijimos, influyen factores subjetivos (cultura, experiencias anteriores, aprendizajes).

Nuestras percepciones, en resumen, sólo pueden ser o parecerse a nuestras percepciones.

La última cuestión implicada es un problema filosófico al que abre paso esta pregunta: ¿qué es lo que recibimos directamente a través de la percepción? Aún no se ha encontrado una solución válida y satisfactoria a este problema, ni a los muchos que de él se derivan, pero una cosa está clara: sólo hay dos posturas para elegir. Una es la que dice que lo que percibimos son “objetos físicos” y la otra que lo que percibimos son... ¿datos sensoriales? Sí, sí, “datos sensoriales”, tal y como suena. La mayoría de las personas corrientes, siguiendo la postura “realista”, afirmarían con toda seguridad que lo que percibimos son objetos físicos, ya que los pueden ver y tocar, y esto no sería posible si no existieran. Pero es sabido que, como sostiene la postura “fenomenalista”, antes de ver un objeto en nuestro cerebro se suceden gran cantidad de complejos procesos, cuya respuesta es un dato sensorial y cuyo último eslabón es la visión del objeto en sí. Pero no avancemos una respuesta a la ligera sin antes conocer en profundidad y saber en qué se basan ambas teorías, que a primera vista parecen válidas.

Basándome en la información recopilada y mi experiencia personal, adelanto mi propósito de defender, sin duda, la postura fenomenalista. Aún siendo consciente de que ésto daría un giro de 360º a nuestra manera de percibir el mundo real, creo que, efectivamente, son datos sensoriales lo que percibimos directamente. El realista no encuentra ningún problema ante la pregunta de qué es lo que percibimos directamente y, prácticamente, lo único que hace es poner objeciones e inconvenientes a los argumentos (bastante lógicos a mi entender) que defienden los fenomenalistas, sin prestar atención a sus propios argumentos, que en ocasiones incluso se contradicen. La postura de los realistas es muy cómoda y sencilla: lo que percibimos inmediatamente son objetos físicos y no hay que darle más vueltas, no hay necesidad de hacerse más preguntas.

Pero, por muy convincente que parezca la aceptación de esta postura, siempre quedan “lagunas”, no es una teoría aplastante que deje a un individuo plenamente satisfecho, y esto es lo que pretende subsanar el fenomenalismo afrontando el reto escéptico con estrategias novedosas. Sabemos que el escepticismo se nos presenta en dos grados: el grado radical, que niega posibilidad de conocimiento, y el grado moderado, que admite la posibilidad de conocimiento o que cuestiona el conocimiento ya existente. El fenomenalismo acepta el primer paso del argumento escéptico según el cual nuestro conocimiento de los objetos físicos no es directo o inmediato; en cambio, rechaza el segundo, en el que se afirma que la inferencia (razonamiento) no puede ser deductiva.

La tercera premisa dice que la inferencia tampoco puede ser inductiva; por tanto, dado que no hay conocimiento directo de los objetos físicos y tampoco pueden inferirse deductiva ni inductivamente, debemos abandonar nuestras pretensiones de conocimiento, e incluso, de creencia justificada respecto a otros objetos de conocimiento.

Hablamos de fenomenalismo en sentido amplio cuando nos referimos a cualquier postura que considera que los hechos físicos no son sino complejos de datos sensoriales. Como señaló Ayer, el padre del fenomenalismo analítico, “los objetos físicos son construcciones lógicas a partir de datos sensoriales”5. Pero, ¿por qué confiar en el dato sensorial?, ¿por qué poner nuestra existencia (por lo menos la mía) en sus manos? Describiré las características más notables del dato sensorial: es incorregible, ya que no se puede ir más allá de él, proporciona gran “exactitud” a la hora de describir lo que percibimos y, según Ayer, nos enseña algo acerca de la naturaleza de los objetos; es un lenguaje de más hondo calado en la realidad y hay un sentido en el que el lenguaje del dato sensorial es lógicamente anterior al lenguaje de objetos físicos. 6

Sea como fuere, la teoría del dato sensorial se ha apoyado en tres argumentos muy sólidos: el argumento de la ilusión, la teoría causal de la percepción y el argumento del hiato-temporal. En primer lugar voy a recurrir al argumento de la ilusión: está claro que las ilusiones existen y existen porque se dan, y aunque en toda nuestra vida sólo le hubiera ocurrido a una sola persona, se podría decir igualmente que las ilusiones perceptivas están ahí. Entendemos por ilusión “un error de los sentidos o del entendimiento que nos hace tomar las apariencias por reales”7. Como muy bien se indica en esta definición de ilusión, la vista es un sentido y, como en los demás, es necesario un estímulo que vaya directamente al cerebro para así poder interpretarlo. En el caso de las delusiones (ilusiones, alucinaciones, etc.), éstos datos se procesan erróneamente, dando lugar a confusión. Si realmente lo primero que percibiéramos fueran objetos físicos nunca nos equivocaríamos y, por tanto, nunca tendríamos ilusiones de ningún tipo. Pero se dan distintos casos de ilusiones sensoriales. Una de ellas es la que provoca que identifiquemos equivocadamente un objeto, ¿quién no se ha equivocado de persona alguna vez? A todos nos ha pasado. Esto sucede porque el cerebro confunde las características de alguien conocido (archivadas en su interior) con las de una persona que las tiene parecidas, teniendo posteriormente la ilusión de que es esa persona que conocemos.

Luego tenemos los casos de variaciones en la apariencia del objeto debidas a diferentes factores como: la iluminación, la distancia, la existencia de medios de distorsión y el estado psicológico del sujeto. Además de éstos, también influye el factor cultural: “La percepción no es un proceso que venga determinado por los mecanismos fisiológicos de los sentidos y el cerebro. Muchos otros elementos educativos y culturales interviene en ella”8. Existen claros ejemplos, pero uno de los que más recuerdo es el que sucedía en una tribu africana: en ella consideraban a la vaca como un animal sagrado y las mujeres de la tribu embadurnaban sus cuerpos con excremento de vaca para resultar más deseables. Y así era, porque cuando los hombres olían esta mezcla explosiva se despertaba en ellos un gran deseo sexual. A nosotros, dada nuestra cultura y educación, esta práctica nos parece un tanto asquerosa.

En relación con la variación de la percepción en cuanto a la distancia, pondré como ejemplo una experiencia personal: cuando era pequeña y miraba la famosa “Cruz de la Muela” de la sierra de Orihuela, me preguntaba quién habría sido el loco que había subido a lo alto de la montaña para colocar en su punta aquella diminuta cruz de madera. Hasta que no subí y la vi de cerca no cambié de opinión.

¿Quién ha sido capaz de distinguir el azul marino del negro en una zapatería?

Este sería un ejemplo de variación de la percepción a causa de las diferentes intensidades de luz.

Otro ejemplo que representa el caso de la variación perceptiva en cuanto a la existencia de medios distorsionadores sería el que podemos observar cuando, por ejemplo, comprobamos que una simple grieta (casi imperceptible) de un huevo aumentada en el microscopio da la sensación de ser una tenebrosa y profunda caverna 9.

Por último, el estado anímico del sujeto: sus motivaciones, actitud, intereses, salud, etc., y otros muchos factores psicológicos, pueden producir variaciones en nuestra manera de ver el mundo. ¿Quién no se ha levantado un día y se ha dicho: “Hoy es un gran día” tan solo por el hecho de estar con la persona amada?

El argumento de la ilusión desemboca en ocasiones en un caso extremo, que es la alucinación total. La alucinación no consiste en un simple error o confusión con otro objeto o persona. Esta alucinación se produce sin necesidad de estímulo, es una sensación subjetiva (conocida por nosotros mismos) que no va precedida de impresión en los sentidos.

En general, lo que nos quiere dar a entender este argumento es que no hay signos que permitan hacer la distinción entre experiencias delusivas inmediatas y la percepción inmediata normal; es decir, no podemos distinguir lo que es real y lo que no lo es. Si fuera cierto que lo que vemos directamente son objetos físicos, no tendríamos ningún problema en refutar esta argumentación. Lo primero que vemos es lo que hay, lo que es.

Luego, las delusiones, ¿qué son?, ¿por qué surgen? Un pequeño intento por parte de los realistas de minimizar las consecuencias teóricas del argumento de la ilusión es su objeción del pragmatismo, argumento que paradójicamente, si se analiza con detenimiento da la razón a los fenomenalistas. Este sostiene que como las delusiones son tan excepcionales (ya hemos comprobado que no), no parece sensato abandonar la teoría realista, ya que ésta es válida para la mayor parte de nuestras percepciones. En primer lugar, esta réplica no aporta ninguna prueba a favor de la tesis realista y, en segundo lugar, como ya he dicho antes, confirma la existencia de ilusiones y, por tanto, la validez del argumento de la ilusión y, en consecuencia, va aclarando la respuesta a la pregunta: ¿qué se nos da directamente a través de la percepción?

Otra de las objeciones de los realistas arguye que si se eliminaran los medios distorsionadores se acabarían las ilusiones. Al parecer, los realistas no se han parado a pensar que aunque se eliminarán los medios de distorsión las ilusiones se seguirían manifestando. ¿Acaso existe algún medio distorsionador en la situación cotidiana de confundir una persona con otra? La respuesta es que no, al igual que en el caso de la variación de la percepción según el estado del sujeto.

El más fuerte de los argumentos realistas es el de la constancia perceptiva. Sostiene que no percibimos todos los datos sensoriales, es decir, que nuestro cerebro selecciona la información, porque si no fuera así, nuestra mente sufriría una sobrecarga sensorial, esto es, un colapso. Añade que el color es la cualidad de los objetos para absorber y reflejar los componentes rojos, amarillos y azules de la luz policromática con respecto a los demás objetos de la escena. De manera que cuando las condiciones lumínicas varían, nuestra mente incorpora una luz fantasma a la fuente luminosa real percibiendo así el verdadero objeto físico y su color. También se afirma que nuestro sistema perceptivo garantiza la constancia perceptiva en cuanto a la forma y tamaño, de modo que no importa la perspectiva ni la distancia ya que, según esta teoría, el objeto se mantiene igual.

Pienso que si con este argumento los realistas intentan desbaratar el argumento de la ilusión, no lo consiguen, ya que las ilusiones se van a seguir produciendo por mucho que ellos se nieguen a aceptarlo. Además, aquí no se discute sobre si los objetos son dependientes de la distancia, luz o perspectiva con la que se los mire, sino sobre si lo primero que percibimos son objetos físicos o datos sensoriales; todo lo demás es secundario. Se mantenga o no la constancia perceptiva, ¿siguen siendo datos sensoriales lo primero que recibo al mirar un objeto?, ¿siguen produciéndose en el cerebro una serie de complejos procesos que me permiten ver el objeto en sí? Todos sabemos la respuesta. Y si tuviera que ver realmente con lo que aquí se discute, diría que teniendo en cuenta la visión de otros animales (por ejemplo, del perro, que ve en tonos muy claros), ¿cuál diríamos que es el color real?, ¿por qué afirmar que nuestra percepción de las cosas es la correcta? Y si es así, ¿quién lo decide?. Y en el caso de los daltónicos, ¿por qué ellos, que sufren las mismas variaciones de la luz, no ven el mundo como nosotros? ¿Por qué no somos nosotros los que vemos mal? ¿Sería justo emplear el término “ver mal”?

Los realistas podrían decir que al referirnos al “mundo de los objetos físicos” y al “mundo de los datos sensoriales” en realidad estamos hablando de lo mismo pero en distinto lenguaje. Pero situémonos, recordemos cuál era la pregunta que abría el debate.

Era ésta: ¿qué es lo que recibimos directamente cuando percibimos? Ahora bien, ¿qué intentan decirnos los realistas con esta teoría? ¿Acaso qué no hay ninguna diferencia entre una respuesta y la otra?, ¿qué da igual?. Dudo mucho que éste sea ni siquiera un argumento a favor del realismo.

No hace mucho se descubrió que la luz del Sol tarda aproximadamente 8 minutos en propagarse y llegar hasta nosotros; así, el Sol que percibimos es el Sol de hace 8 minutos.¿Cómo afirmar que este fenómeno no afecta a la percepción “directa” de los objetos? Señores realistas: ¿seguro que lo primero que percibimos es un objeto físico?

Otro argumento, en este caso el del hiato-temporal, parece contundentemente desmentirlo.

Nos centraremos ahora en el argumento conocido como teoría causal de la percepción: “Este argumento se basa en el descubrimiento científico de que antes de que podamos percibir algo, tiene que iniciarse en el objeto una cadena de procesos que, a través de nuestros órganos sensoriales, llegan al cerebro” 10. Russell todavía matiza más esta idea en el capítulo XX de Análisis de la materia, titulado precisamente “La Teoría Causal de la Percepción”, donde afirma: “La ciencia sostiene que cuando “vemos el sol” se produce un proceso que comienza en el sol, atraviesa el espacio entre éste y el ojo, cambia de carácter al llegar a éste, cambia nuevamente en el nervio óptico y en el cerebro, y se produce finalmente un suceso que llamamos “ver el sol”. Nuestro conocimiento del sol resulta, con ello, deductivo; nuestro conocimiento es un suceso que, en cierto modo, ocurre “en nosotros””11.

En definitiva, podemos concluir dos cosas: que no hay conocimiento directo de los objetos físicos y, por otra parte, que las percepciones poseen causas externas a partir de las cuales podemos realizar ciertas deducciones. Esta teoría es muy válida, ya que descansa en averiguaciones científicas. Además, la vista es como cualquiera de los demás sentidos que poseemos; si describiésemos el proceso “oír música” descubriríamos que es necesario un “estímulo” para que se lleve a cabo tan agradable experiencia perceptiva. Luego, si afirmamos que la vista es un sentido, ¿por qué no afirmar también que como los demás necesita un estímulo para que se active? Dicho estímulo es necesario también para que el cerebro lo pueda interpretar. Tanto el dato sensorial que percibe nuestro oído, como el dato sensorial que perciben nuestros ojos son interpretados por nuestro cerebro, y esta cadena de sucesos desemboca en el acto de “ver” u “oír”.

Para terminar añadiré un experimento concluyente, al menos para mí, a favor del fenomenalismo, llevado a cabo por científicos americanos con un hombre ciego y que tuve ocasión de ver en un documental12. Pudo comprobarse con asombro cómo un ciego fue capaz de interpretar unos datos sensoriales procedentes de la inserción en su cerebro, mediante cables y un orificio situado en su cabeza, de una serie de estímulos, pareciendo así que, aun sin el sentido de la vista, podía ver. En un monitor podían apreciarse las imágenes (desde luego, muy simples) que se le estaban introduciendo al paciente y cómo éste, al ser preguntado por lo que percibía, respondía correctamente describiendo la imagen que aparecía en el monitor sin ningún tipo de problemas. A mi juicio, este caso destroza todas las teorías realistas y confirma, casi con rotundidad, que lo que percibimos son datos sensoriales, y que, por lo tanto, la postura correcta es la fenomenalista.

Hace unos meses yo creía que lo que vemos directamente son objetos físicos, pero al ir adentrándome en el estudio de la percepción empecé a darme cuenta de lo ingenua que había sido. A cada idea que he ido pensando y a cada palabra que he ido escribiendo he estado más convencida de que lo que percibimos son datos sensoriales, y de que aunque no tengamos el objeto delante podemos recordarlo casi igual que si lo estuviéramos viendo delante, y de que nos puede transmitir las mismas sensaciones aún no viéndolo directamente. Los argumentos fenomenalistas son claros y lógicos, los documentales de apoyo que he tenido la ocasión de ver me han servido de gran ayuda.

Pienso que, una vez nos asalta la duda escéptica, las teorías realistas se revelan muy pobres y que, si se me permite la osadía, creo que debería reflexionarse sobre ellas y cambiar lo que se tenga que cambiar pronto. Ningún argumento ni objeción realista ha estado a la altura de las circunstancias o, por lo menos, a mí no me han convencido.

Para concluir definitivamente, y porque creo que viene a cuento, me gustaría traer hasta aquí una poesía de Miguel Hernández. Me llena de orgullo ver que este oriolano también se cuestionó el tema de la percepción, que reflejó en esta hermosa poesía:

“El mundo es como aparece

ante mis cinco sentidos,

y ante los tuyos que son

orillas de los míos.

El mundo de los demás

no es el nuestro: no es el mismo.

Lecho del agua que soy,

tú, los dos, somos el río

donde cuanto más profundo

se ve más despacio y límpido.

Imágenes de la vida:

a la vez las recibimos,

nos reciben, entregados

más unidamente a un ritmo.

Pero las cosas se forman

con nuestros propios delirios.

El aire tiene el tamaño

del corazón que respiro

y el sol es como la luz

con que yo le desafío.

Ciegos para los demás,

oscuros, siempre remisos,

miramos siempre adentro,

vemos desde lo más íntimo.

Trabajo y amor me cuesta

conmigo así, ver contigo;

Aparecer, como el agua

con la arena, siempre unidos.

Nadie me verá del todo.

Ni es nadie como lo miro.

Somos algo más que vemos,

algo menos que inquirimos.

Algún suceso de todos

pasa desapercibido.

Nadie nos ha visto. A nadie

ciegos de ver, hemos visto.13

1 Nuria Oltra Roldán es la ganadora del V Premio Juvenil de Ensayo “Francisco Cascales”.

2 J.M. García Gutiérrez, Psicología, Madrid, ed. Laberinto, 1998, p. 368.

3 AA.VV., Enciclopedia visual de los seres vivos III, Madrid, ed. El País/Altea, 1993, p.15.

4 Op. cit., p.19.

5 A.J. Ayer, “ Phenomenalism”, en Philosophical Essays, Londres, Macmillan, 1954, p. 142.

6 Ibidem.

7 Pequeño Larousse, Barcelona, Ed. Larousse, 1987, Pág. 481.

8 J.M. García Gutiérrez, Psicología, Madrid, ed. Laberinto, 1998, p. 124-5.

9 Un mundo invisible”, National Geographic Society, vídeo nº 2, Tri Pictures, 1992.

10 D.M. Armstrong, La percepción y el mundo físico, Madrid, Tecnos, 1996, p. 171.

11 B. Russell, Análisis de la materia, Madrid, Taurus, 1976, p. 231.

12 Un mundo invisible”, National Geographic Society, vídeo nº2, Tri Pictures, 1992.

13 M. Hernández, “El mundo es como aparece”, Obras Maestras de la Literatura Contemporánea,

Barcelona, Seix Barral, 1984, p.137.


Recopiló: Guillermo Lora Santos / nov.2009. / México.

martes, 8 de septiembre de 2009

Un poco de buen humor, la parábola del Maestro...

Para los que somos docentes cualquier parecido con la realidad no es coincidencia.

Para los que no son docentes.....

déjenme tratar de explicar lo que debemos hacer los maestros y háganse una idea ..... 

con lo que tenemos que lidiar a diario!!!!!

 

PARÁBOLA DEL MAESTRO
 
En aquel tiempo subió Jesús a la montaña seguido por la multitud y, sentándose sobre una gran piedra dejó que sus discípulos y seguidores se le acercaran. Después, tomando la palabra les enseñó diciendo:
          En verdad os digo que serán bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos será el Reino de los Cielos.

Que serán bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados.

Que serán bienaventurados los misericordiosos porque ellos…. 
 
Pedro interrumpió: ¿Tenemos que aprender eso de memoria?

Andrés dijo:¿Tenemos que pasarlo a la carpeta?

Santiago preguntó: ¿Nos va a evaluar con eso?

Felipe se lamentó: ¡No traje el papiro borrador!

Bartolomé inquirió: ¿Tenemos que tomar apuntes?

Juan levantó la mano: ¿Me das permiso para ir al baño?

Judas exclamó: ¿Para qué sirve todo esto?

Tomás se inquietó: ¿Hay fórmulas, resolveremos problemas?

Tadeo clamó: ¡Pero, porqué no nos das la guía y ya está!

Mateo se quejó: ¡No entendí nada, nadie entendió
nada!!

Uno de los fariseos presentes que nunca había estado frente a una multitud, ni enseñado nada, tomó la palabra y se dirigió a Él diciendo:
¿Dónde está tu planificación?

Cuál es la nomenclatura de tu proyecto áulico en esta intervención didáctica mediatizada?

¿Y tu base diagnóstica?

¿Y tu auto evaluación institucional?

¿Cuáles son tus expectativas de logros?

¿Tiendes al abordaje del área en forma globalizada, que permita el acceso a la significación de los contextos, teniendo en cuenta la bipolaridad de la transmisión? ¿Cuáles son tus estrategias conducentes al rescate de los saberes previos?

¿Responden éstos a los intereses y necesidades del
grupo para asegurar la significatividad del proceso de enseñanza y aprendizaje?

¿Has incluido actividades integradoras con fundamento epistemológico productivo?

¿Y los espacios alternativos de las problemáticas curriculares generales?

¿Has propiciado espacios de encuentro para coordinar acciones transversales y longitudinales que fomenten los vínculos operativos y cooperativos de las áreas concomitantes?

¿Cuáles son los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales que responden a los sustentos lógico, praxeológico y metodológico constituidos por los núcleos generativos disciplinarios, transdisciplinarios, interdisciplinarios y metadisciplinarios?
Caifás, el peor de todos, le dijo a Jesús : Después de las instancias compensatorias de diciembre, marzo y julio , me reservo el derecho de promover directamente a tus discípulos para que al Rey no le fallen las encuestas de evaluación de calidad ni se le caigan los porcentajes de rendimiento. Serás notificado oportunamente por la vía que corresponde. ¡Ojo con aplazar a alguno! Recuerda que aún eres interino y que no presentaste la declaración jurada de incompatibilidad

 
…y Jesús pidió la jubilación anticipada a los treinta y tres años de edad...

viernes, 21 de agosto de 2009

Maestros y Profesores de escuelas privadas...



Situaciones:

La Institución me solicita un mínimo de alumnos reprobados o aprobados...

La Institución me solicita que apruebe a determinados alumnos por "x" situación...

La Institución me condiciona en ciertos aspectos para poder renovar mi contrato...

La Institución me hace asistir a "eventos" donde es imprescindible mi presencia sin pago adicional por ese tiempo...

La Institución me obliga a dar asesorías sin pago adicional...

La Institución lucra con mis trabajos de investigación sin que yo reciba algún beneficio económico del mismo...
La Institución altera las calificaciones que yo determiné para beneficiar o perjudicar alumnos...
La Institución me "invita" a reconsiderar ciertos resultados para mejorarlos y beneficiar a "ciertos" alumnos...

Las descripciones anteriores son exclamaciones reales de Maestros a nivel Secundaria, Preparatoria, Universidad y Maestría emanadas de un estudio realizado por un Comité de Investigación Independiente y del cual formé parte, dicho estudio ("La situación del Maestro en Escuelas Particulares") fue realizado en 2008 a más de 150 profesores de los grados descritos en planteles de educación con carácter privado en la Ciudad de México, Querétaro y Estado de México.

Las situaciones emergieron a partir de la pregunta ¿podrías mencionar alguna situación irregular que te haya acontecido o hayas presenciado dentro del plantel en el que trabajas? - Lo más interesante del resultado es que todos los profesores sin excepción, comentaron al menos una irregularidad.

No se trata de hacer mártires a los maestros, simplemente es poder tener una mirada en justa perspectiva sobre lo que acontece en el sector privado, justo en las escuelas que ofrecen estos servicios, que aunque no estén catalogados como lucrativos, por supuesto que sí lo son, al menos una gran mayoría.

Se trata de ver que hace falta una legislación en este ámbito y mecanismos frente a las Secretarías encargadas de regular la educación, al menos dentro de nuestro país, que puedan garantizar la transparencia dentro de las Instituciones de educación privada.

Seguramente que tu sabes, has escuchado o has vivido algo de esto, por eso te invito a poner tu comentario dentro de este blog.

Te mando un abrazo y seguimos en el fragor de la batalla...

Guillermo Lora Santos / agosto 2009.

martes, 21 de abril de 2009

El nombre de la rosa - ensayo.


Hola amigos, en esta ocasión les comparto el siguiente ensayo cuya pertinencia en este sitio es el buscar una mirada diferente a los acontecimientos relatados en la película en cuestión y darnos cuenta que hoy en día, en muchas, pero muchas instituciones educativas, públicas y privadas, sobreviven, contrarrestando el desarrollo, viejas ópticas que entorpecen el devenir de los educandos y educadores...

Espero aporte en algo esa sencilla contribución producto de la óptica de un servidor...


Introducción

El presente trabajo nace como consecuencia del requerimiento de la materia de Filosofía y Educación como parte de la evaluación del curso y como parte importante para el que escribe en cuanto a la mejor comprensión de la época medieval a través de realizar un ensayo sobre la película de “El nombre de la Rosa”.

Este trabajo se basa únicamente en la película mencionada y tiene como objetivo el plasmar desde mi mirada muy particular algunas ideas que nacen como consecuencia de haberla visto hace algunos días y con una mirada diferente a la de hace muchos años cuando mis intereses y mis conocimientos eran muy diferentes a los actuales. Y lo comento porque de lo único que me recuerdo de la primera vez que vi la película, es de la escena de la seducción de parte de una niña a un muchacho, seguramente que en esta ocasión no será así…

Sea pues este ejercicio, algo que me permita expresarme no sin antes haber reflexionado sobre los temas tratados dentro del filme.

Cabe aclarar que este ensayo no es ni pretende ser una sinopsis, resumen, crítica o análisis de la película, tampoco un análisis de la historia ni de los personajes que en ella intervienen, es más bien un trabajo que pretende plantear argumentos de ideas que vinieron a mi cabeza a través de mi percepción al ver la cinta.

 

Desarrollo

El largo metraje estuvo súper interesante, ni hubiese parecido que era la segunda vez que la veía, sino más bien, como si fuera la primera vez, es una novela de intriga y suspenso que me mantuvo siempre pendiente de lo que pudiera llegar a suceder, la trama me gustó mucho porque es del tipo de películas que disfruto más, máxime que yo mismo había despertado mucha expectación sobre la misma, eso sin añadir el que implicara realizar un trabajo de ensayo sobre la misma, pues siempre estuvo latente el poner mi mayor atención a detalles que en otro tiempo no hubiese tomado en cuenta.

Durante el tiempo que estuve viendo la película y al concluirla, surgieron las siguientes ideas que me gustaría tocar de manera independiente.

 

Ideas Principales:

Lucha por el poder.- es innegable la lucha que se da por el poder en todas las esferas en donde aparece el ser humano, en el caso de la película, no es la excepción, diversas órdenes se disputan el querer concentrar el poder para beneficio de sus propios intereses.

 

Es curioso que el poder surja cuando existen diferentes clases sociales y algunas personas se sienten por encima de las otras, es entonces que se genera una sed de tener el control y los privilegios que los demás no gozan, ¿será ésta una cualidad o defecto intrínseco del homo sapiens?

Y aunque pensemos de manera estoica (1) como lo hacen hasta cierto punto los frailes franciscanos, esa creación de contrapoder no es otra cosa que una lucha por llegar al poder, quitar a unos y dejar a otros para hacer ejercicio más o menos igual de ese poder disfrazado de “ideas nuevas y progresistas en busca del bien común”, que ahora cambia de manos. Pareciera que no existe una verdadera lucha que tenga y sostenga como bandera de liderazgo los intereses del conjunto, porque aún en las revoluciones que la historia nos presenta, aparecen los intereses mezquinos de algunos cuántos, ya sea al inicio, o al final, unos pocos disfrutan de los beneficios conseguidos a través de la lucha de la colectividad.

 

Uso de la influencia divina como medio de control y el miedo a través de los siglos como herramienta de sumisión.- es una pena que siendo o pudiendo ser la religión una herramienta impulsora del desarrollo humano, sea utilizada por las altas esferas religiosas para ejercer su dominio en aras de mantenerse y preservarse en el ejercicio del poder; siempre confundiendo y amedrentando a las masas con supuestos castigos y premios que obedecen al comportamiento que se espera de ellos; ahí está el caso de Martín Lutero que no comparto porque soy de la idea de luchar desde adentro ya que salirse es hasta cierto punto más cómodo.

Es muy notorio dentro del filme como el estar dentro de la jerarquía religiosa se pueda manipular a las clases menos agraciadas, con el sólo nombramiento de un “castigo o deseo del Señor” y lo más increíble aún, es el que la población lo permita; que pena que la religión sea un instrumento de control social de unos pocos sobre unos muchos y lo más lamentable es que eso prevalece hasta nuestros días y aún peor porque ahora ya no sólo hablamos de lo social, sino de lo político y económico.

 

Ocultamiento de la Información.- se percibe con los monjes benedictinos al tratar de que no aparezca a la luz pública o que sea del conocimiento de los demás, un libro de Aristóteles que habla sobre el humor, porque supone que la risa conlleva en pocas palabras al acercamiento con el diablo; interesante hecho que pareciera apegarse a cierta característica de la religiosidad, que sin embargo, podemos apreciar una segunda intención que al final es primaria, como lo es el hecho de ocultar información no para preservar la hegemonía, sino el poder mismo. Y así entonces, lo que no se conoce, lo que no aparece y lo que no se menciona, no existe, y es entonces que no hay peligro que despierte ya no las conciencias, sino al interés por aprender y desarrollarse, es entonces que la ignorancia de la población es una característica buscada por los que gobiernan.

 

Aunque valdría la pena observar que aunque la información estuviese disponible a las grandes masas, quizás ésta no sabría que hacer con ella, más bien el ocultamiento es hacia sectores pensantes que podrían ejercer ese liderazgo de contrapoder en busca de la “silla de los privilegios”. (2)

 

La influencia del entorno en el desarrollo de los individuos.- ineludible tema que se aplica en toda circunstancia y que tiene que ver con el hecho de que somos la resultante en términos llanos de dos cosas: la herencia genética y la influencia del entorno en el que nos desarrollamos, entorno que nos obliga a adaptarnos para poder sobrevivir, entorno pocas veces cuidado y tomado en cuenta como promotor del desarrollo humano, más bien cuidado para mantener el equilibrio entre pares, para mantener esa ortodoxia que no siempre promueve alternativas mejores de cambio porque prefiere mantener su zona de confort. Así pues el joven aprendiz de Guillermo de Baskerville, Adso de Belk, más allá de su herencia genética, será el producto de la influencia que circunda su desarrollo humano y social. Será esto benéfico o no para él, no lo sabemos (aún y cuando el narrador es el mismo Adso, ya anciano, no menciona dato alguno de su éxito o no en su vida), porque es el tiempo el que hay que dejar transcurrir para poder determinar si nuestro propio desarrollo fue para nosotros satisfactorio o el entorno terminó por absorbernos en aras de mantener al sistema funcional pero no en armonía…

 

La fe del ser humano, en sí mismo y en lo que cree y la fe y sus interpretaciones virtuosas o viciadas por una percepción mal intencionada.- el ser humano es un ente que necesita creer, y esa fe en si mismo o en algo exterior puede motivarlo en sus actos para bien o para mal, peligro latente cuando la fe es ciega y no permite ver más allá de lo que se quiere ver porque así conviene…, La fe es esa luz de esperanza en el mañana, la promesa de que algo mejor vendrá, pero la fe también se manipula cuando existen personas que convencen a otras personas de poseer la verdad, las profecías y abusan de ello para profanar la fe de los individuos encausándola hacia sus propios y no siempre sanos intereses.

La fe también nace, crece, se desarrolla y muere, es una maquinita que inyecta ánimos en el individuo y lo impulsa a perseguir sus sueños, es la que establece la confianza en sí mismo o en algo superior a él y a partir de estas creencias comienza la búsqueda del camino hacia el logro de los objetivos, por ello, cuando nuestra fe no está bien definida, es como el que no sabe a donde va y no llegará a ningún lado, peor aún, será llevado por otros a lados insospechados. Tal es el caso de la Santa Inquisición y la manipulación de la fe por Bernardo Gui, quien tiene su propia percepción y la antepone a la intención original de esta cruzada en nombre de Dios, y es en nombre del mismo Dios que comete cualquier cantidad de atropellos y atrocidades que satisfacen no al Dios por quien habla, sino al Dios al que le rinde culto, a él mismo, entrando así el hedonismo (3) en acción.

 

La fe en si misma es misterio, pero está ahí, presente en cada uno de nosotros, latente para hacer el bien o el mal o para ser usurpada por otros cuando no la defendemos con el conocimiento, la razón y el corazón. “Los filósofos y los teólogos demuestran que los misterios de la fe son superiores al entendimiento humano, pero no contrarios a la razón, es decir, que no son imposibles y absurdos. Así lo afirmó el Concilio Vaticano I”. (4)

 

El abuso del poder y el poder como enfermedad.- Más  que el abuso de poder es el ejercicio del mismo para situaciones mezquinas que tienen que ver con la satisfacción del individuo sin importar que dentro de dicha satisfacción lesione los intereses y transgreda el espacio de los demás. Ya lo decía claro el Benemérito de las Américas (5): “El respeto al derecho ajeno es la paz”.

Será el poder mismo una enfermedad o quizás acaso se convierte en enfermedad cuando ¿en lugar de que nosotros ejerzamos el poder, el poder nos controla en todos sentidos?

Tal es el caso de las altas esferas religiosas que se presentan en la película, y aún dentro de la Abadía, en donde cada cual desde su esfera de poder, abusa del cargo para su propio beneficio.

“Mientras, en política, como en la vida, el ciudadano común se pregunta dónde está la decencia, esa cualidad humana que debería ser el distintivo de quienes aspiran a mantenerse activos políticamente hablando, a sabiendas que para la enfermedad del poder no hay cura posible.

El poder está definitivamente enfermo, en coma irreversible, sólo que esta vez amenaza con arrastrarnos a todos «naturalmente» como si fuese un desastre más de tantos que a lo largo de nuestra historia hemos labrado”. (6)

 

Quisiera como corolario, un extracto del libro de Nelson Castro: “Enfermos de poder” porque me parece pertinente en este trabajo y en relación con la trama de la película, de la misma Edad Media y de todas las épocas en donde el ejercicio del poder se transforma en abuso y en un ciclo enfermizo que pareciera nunca acabar: “"Los síntomas de la enfermedad del poder, según la observación que Hemingway le atribuyó a su amigo, comenzaban con el clima de sospecha que lo rodeaba, seguía con una sensibilidad crispada en cada asunto donde intervenía y se acompañaba con una creciente incapacidad para soportar las críticas. Más adelante se desarrollaba la convicción de ser indispensable y de que, hasta su llegada al poder, nada se había hecho bien. En otra vuelta de tuerca, el hombre, ya enfermo se convencía de que nunca nada volvería a hacerse bien, a no ser que él mismo permaneciera en el poder. La teoría -sin duda compartida por Hemingway- agregaba que cuanto mejor y más desinteresado era un hombre, tanto más pronto lo atacaría la enfermedad del poder, mientras que un hombre deshonesto conservaría su salud más tiempo ya que su propia falta de honradez lo protegería con una capa de cinismo." Nelson Castro.

 

Radiografía de la película

TITULO ORIGINAL: Le nom de la rose

AÑO: 1986

DURACIÓN: 131 min.

PAÍS: Francia

DIRECTOR: Jean-Jacques Annaud

GUIÓN: Andrew Birkin, Gérard Brach, Howard Franklin, Alain Godard (Novela: Umberto Eco)

MÚSICA: James Horner

FOTOGRAFÍA: Tonino Delli Colli

REPARTO: Sean Connery, Christian Slater, F. Murray Abraham, Michael Lonslade, Valentina Vargas, Ron Perlman

PRODUCTORA: Coproducción Francia-Italia-Alemania

GÉNERO Y CRÍTICA: Intriga. Edad Media / SINOPSIS: Siglo XIV. Todo comienza una hermosa mañana de finales de noviembre del año del señor 1327 cuando Fray Guillermo de Baskerville (Sean Connery), un monje franciscano y antiguo inquisidor, y su inseparable discípulo el novicio Adso de Melk (Christian Slater), que es quien relata la historia, acuden a una abadía benedictina situada en el norte de la península italiana para intentar esclarecer la muerte del joven miniaturista Adelmo da Otranto. Durante su estancia en la abadía van desapareciendo misteriosamente más monjes, a quienes encuentran muertos al poco tiempo. Lentamente, y gracias a la información aportada por algunos monjes, Guillermo va esclareciendo los hechos. El móvil de los crímenes parecen ser unos antiguos tratados sobre la licitud de la risa que se encuentran en la biblioteca del complejo, de la cual se dice que es la mayor del mundo cristiano. ¿Quién es el asesino? ¿Qué hicieron sus víctimas para morir asesinadas? Nadie lo sabe... (FILMAFFINITY)

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Acertada adaptación de la exitosa novela de Umberto Eco, "El nombre de la rosa" es una tenebrosa intriga medieval que relata la magnífica historia de un sabio monje franciscano (Connery) que, junto a su pupilo (Slater), acude a una abadía remota para intentar resolver unos extraños y misteriosos asesinatos a los que nadie encuentra explicación aparente. Del argumento no se deben dar más datos. Una excelente ambientación e interpretaciones impecables se pusieron al servicio de una gran obviedad: que aquel libro fascinante y complejo tenía una interesantísima intriga que pedía a gritos su adaptación al cine. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY).

 

Referencias:

                1) El estoicismo es una doctrina filosófica fundada hacia fines del siglo IV a d C por Zenón de Citio; con una fuerte orientación ética, los estoicos sostuvieron las virtudes del autocontrol y el desapego, llevadas a su extremo en el ideal de la ataraxia, como medios para alcanzar la integridad emocional e intelectual. En el ideal estoico, es la liberación de las pasiones la que permite al espíritu alcanzar la sabiduría; el logro de la misma es una tarea individual, y parte de la tarea del sabio es deshacerse de los conceptos e influencias que la sociedad en la que vive le ha inculcado. Sin embargo, el estoico no desprecia la compañía de otros hombres, y la ayuda a los más necesitados es una práctica recomendada.  /  Wikipedia.org.

 

          2) El poder.

 

          3)      I. FILOSOFIA. Del griego hedone (placer). Doctrina ética según la cual el único bien es el placer y el único mal el dolor. En consecuencia, sitúa en el placer la felicidad humana. / http://www.encuentra.com/includes/imprimelo.php?IdDoc=2246&Ayuda=1  /  Fecha de consulta: 27 de abril de 2006.

 

           4)    Los Misterios de la Fe, Por Jorge Loring, Portal Católico: El que busca, encuentra.

 

           5)    Benito Juárez.

 

          6)    El poder como enfermedad, Humberto J. Avilés Bermúdez, docente Universitario, Artículo extraído de El Nuevo Diario, Sábado 15 de Junio de 2002, Managua, Nicaragua.

 

 

 

Fuentes de información:

·         Película de “El nombre de la rosa”

·         http://www.filmaffinity.com/es/film288865.html  /  Sobre la Película: “El Nombre de la Rosa”, fecha de consulta: 26 de abril de 2006.

 

 

Guillermo Lora Santos

Abril-2006